El tambor es un
símbolo del Sonido Primordial, su forma redonda representa al Universo y su
toque regular y fuerte es el pulso, el corazón que late en su centro y que une
nuestro latido con el de la Madre Tierra. Es el catalizador para el espíritu de
las canciones, para levantarse con el Creador, para que las oraciones de las
canciones lleguen a donde están destinadas a ir. La música que es creada en el
momento de la utilización del tambor, en un espacio y con un grupo determinado,
es una manera de "canalizar" y cantarle al alma de las personas para
despertar en ellas el poder de esta sagrada medicina. El tambor chamánico hace
posible una experiencia extática, un viaje al Centro del Mundo.
Os presento los tambores que estoy utilizando en mis
sesiones. Como “seres vivos” que son, cada uno tiene su sonido especial, son
sensibles a la atmósfera que les rodea, a la temperatura, a la vibración del
momento, al toque...por eso, para trabajar de una manera óptima con ellos,
necesitan cuidados, su espacio, sus tiempos, sus ritos y preparación adecuada.
Un tambor chamánico es como un caballo salvaje, al que un buen jinete debería
subir, respetando su naturaleza y encontrando el punto de equilibrio y armonía
ideales para hacer del viaje de sonido, una experiencia completa y sanadora.
Tres de ellos, fueron hechos con mucho amor y consciencia
por las manos de mi amigo Andrés (Ooruk) de Artessannia. Andrés viene de la
tradición folclórica gallega y trabaja aquí en Galicia como artesano y
terapeuta. Puedes conocer más sobre él en su web: http://lasterapiasparaelalma.blogspot.com.es/2013/05/tambor-como-terapia.html
Hay mucha
información en la Red sobre los tambores, sobre su origen ritual y sus aplicaciones
terapéuticas. Recomiendo la lectura de esta publicación del blog de Una
Antropóloga en la Luna, donde hace un recorrido por diferentes tradiciones que
usan los tambores como medicina: http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com.es/2013/11/el-latido-de-la-tierra-la-percusion-del.html
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